jueves, 9 de noviembre de 2017

ANTOLOGÍA DE TEXTOS POÉTICOS



  Los criterios para seleccionar una antología de textos poéticos pueden ser muy variados, dependiendo, indudablemente, del gusto personal, de los objetivos y fines que se persigan y de los receptores a los que se dirija. El objetivo de este apartado es muy sencillo: ofrecer, para un momento de necesidad, textos fáciles, de autores conocidos y de temática comprensible y cercana al alumnado adolescente al que va dirigido. 
 La selección se ha centrada más en los poemas que en los autores, de ahí la falta de equilibrio que se puede detectar entre el número de poemas de unos autores y de otros. 
  Los poemas y autores seleccionados son los siguientes: 

Poesía anónima:
α La novia destrenza el pelo


Luis de Góngora:
α Lloraba la niña


Antonio Machado:
α Discutiendo están dos mozos α La primavera besaba
α Recuerdo infantil


Manuel Machado:
α Pierrot y Arlequín


Jacinto Benavente:
α Y va de cuento...


Carlos Edmundo de Ory: α Fonemoramas
α Hipérbole del amoroso

Federico García Lorca: α Se ha puesto el sol
α Baladilla de los tres ríos α Se ha llenado de luces
α Cazador
α Paisaje
α Nana de Sevilla
α Los reyes de la baraja
α La luna va por el agua
α Zorongo
α LaTarara
α Los pelegrinitos
α Si mis manos pudieran deshojar α Memento


Miguel Hernández: α Carta

Francisco Villaespesa:
α ¿Para que soñar jardines...?


León Felipe:
α Justicia


Rafael Alberti:
α Se equivocó la paloma

α Bailecito de bodas α ¡Quién cabalgará...! α No quiero, no

Dámaso Alonso:
α Estoy vivo y toco


Ángel González:
α Contra-Orden


José Agustín Goytisolo: α Autobiografía
α Érase una vez


Joan Manuel Serrat:
α A quien corresponda


Gloria Fuertes:
α Yo Tengo esperanza


LA NOVIA DESTRENZA EL PELO


La novia destrenza el pelo;
se desmaya el caballero. ¿Quién lo irá a buscar?

¿Quién lo irá a buscar al novio? ¿Quién lo irá a buscar?
Nubes andan por el cielo,
agua iban revertiendo.

¿Quién lo irá a llamar?

¿Quién lo irá a llamar al novio? ¿Quién lo irá a llamar?
Que mis amores ya los tengo. ¿Quién los irá a llamar?
Anónimo

LLORABA LA NIÑA
Luis de Góngora

Lloraba la niña y tenía razón, la prolija ausencia
de su ingrato amor.

Dejóla tan niña
que apenas creo yo que tenía los años que ha que la dejó.
Llorando la ausencia

del galán traidor,
la halla la luna
y la deja el sol, añadiendo siempre pasión a pasión,

memoria a memoria,

dolor a dolor.
Luis de Góngora

DISCUTIENDO ESTÁN DOS MOZOS


Discutiendo están dos mozos si a la fiesta del lugar
irán por la carretera

o a campo traviesa irán.
Discutiendo y disputando empiezan a pelear.
Ya con las trancas de pino furiosos golpes se dan;
ya se tiran de las barbas, ya se las quieren pelar.
Ha pasado un carretero, que va cantando un cantar: "Romero para ir a Roma, lo que importa es caminar; a Roma por todas partes, por todas partes se va.

Antonio Machado

LA PRIMAVERA BESABA


La primavera besaba suavemente la arboleda, 
y el verde nuevo brotaba como una verde humareda. 
Las nubes iban pasando sobre el campo juvenil...


Yo vi en las hojas temblando las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido, todo cargado de flor -recordé - ,
yo he maldecido mi juventud sin amor.

Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida, quién te volviera a soñar!

Antonio Machado


Antonio Machado
RECUERDO INFANTIL

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel
se representa a Caín fugitivo, y muerto Abel, junto a una mancha carmín. Con timbre sonoro y hueco truena el maestro, un anciano mal vestido, enjuto y seco, que lleva un libro en la mano. Y todo un coro infantil
va cantando la lección: “mil veces ciento, cien mil, mil veces mil, un millón” Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

Antonio Machado

PIERROT Y ARLEQUÍN


Pierrot y Arlequín mirándose sin rencores,
después de cenar pusiéronse a hablar de amores.
Y dijo Pierrot:
Manuel Machado
-¿Qué buscas tú? - ¿Yo? ¡Placeres!

- Entonces no más disputas por las mujeres.

Y sepa yo al fin
tu novia, Arlequín.
- Ninguna.
Mas dime a tu vez
la tuya. - ¡Pardiez,
la luna!

Manuel Machado

Y VA DE CUENTO


Esta flauta suena a lo que se desea cuando yo quiero. Apenas empiece a tocar veréis por todas partes,
por todos los resquicios,

quiebras y agujeros,
rendijas y rajas,
resquebrajaduras y desconchaduras, salir, acudir y juntarse

ratones y ratas, a cientos, millares,

de todos colores, tamaños y castas. Ratoncillos grises
con sus orejitas alerta;
Jacinto Benavente
sus ojillos vivos
como cabecitas de alfileres negros;
el rabillo enhiesto y los bigotazos, que son la avanzada insolente
de los hociquillos siempre golosazos. Ratones caseros,
ratones de campo,
ratones de fina pelliza de armiño,
y ratones rubios, y ratones pardos.
Y ratazas de cejas peludas,
que enfoscan los ojos redondos
que son antiparras de viejo escribano. Y ratas,
ratones,
ratean, rabean, remusgan,
rebuscan, respingan, atisban,
oliscan, lamiscan, comiscan, mascullan y mascan,
añascan, despizcan, desmigan, desconchan, descostran,
desmuran, destablan, desgranzan, socarran, socavan, rapiñan,
roen, rascan, rapiñan,
rajan, rapan, rasan.

Jacinto Benavente

FONEMORAMAS


Si canto soy un cantueso Si leo soy un león
Si emano soy una mano Si amo soy un amasijo Si lucho soy un serrucho
Carlos Edmundo de Ory
Si como soy como soy
Si río soy un río de risa

Si duermo enfermo de dormir Si fumo me fumo hasta el humo Si hablo me escucha el diablo Si miento invento una verdad Si me hundo Carlos Edmundo

Carlos Edmundo de Ory

HIPÉRBOLE DEL AMOROSO


Te amo tanto que duermo con los ojos abiertos. Te amo tanto que hablo con los árboles.
Te amo tanto que lloro joyas de oro.

Te amo tanto que mi alma tiene trenzas.
Te amo tanto que me olvido del mar. Te amo tanto que las arañas me sonríen. Te amo tanto que soy una jirafa.
Te amo tanto que a Dios telefoneo.

Te amo tanto que acabo de nacer.

Carlos Edmundo de Ory

SE HA PUESTO EL SOL


Se ha puesto el sol. Los árboles meditan como estatuas.
Ya está el trigo segado.


¡Qué tristeza
de las norias paradas!
Un perro campesino

quiere comerse a Venus y le ladra.

Los mosquitos- pegasos del rocío- vuelan, el aire en calma.
La Penélope inmensa de la luz
teje una noche clara.
"Hijas mías, dormid, que viene el lobo", las ovejitas balan.
¿Ha llegado el otoño, compañeras?
dice una flor ajada.
¡Ya vendrán los pastores con sus nidos, por la sierra lejana!
Ya jugarán los niños en la puerta
de la vieja posada,
y habrá coplas de amor
que ya se saben de memoria las casas

F. García Lorca

BALADILLA DE LOS TRES RÍOS

El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos. Los dos ríos de Granada bajan de la nieve al trigo.
¡Ay, amor
que se fue y no vino!

El río Guadalquivir
tiene las barbas granates, los dos ríos de granada uno llanto y otro sangre.
¡Ay, amor
que se fue y no vino!

Para los barcos de vela, Sevilla tiene un camino; por el agua de Granada sólo reman los suspiros.
¡Ay, amor
que se fue y no vino!
Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales. Darro y Genil, torrecillas muertas sobre los estanques.
¡Ay, amor
que se fue y no vino!

¡Quién dirá que el agua lleva un fuego fatuo de gritos!
 ¡Ay, amor
que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas, Andalucía, a tus mares.
¡Ay, amor
que se fue por el aire!

F. García Lorca

SE HA LLENADO DE LUCES

Se ha llenado de luces mi corazón de seda, de campanas perdidas, de lirios y de abejas,
y yo me iré muy lejos, más allá de esas sierras, más allá de los mares, cerca de las estrellas, para pedirle a Cristo, Señor, que me devuelva mi alma antigua de niño, madura de leyendas,
con el gorro de plumas y el sable de madera.
F. García Lorca

CAZADOR


¡Alto pinar!
Cuatro palomas por el aire van.
Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas
sus cuatro sombras.
¡Bajo pinar!Cuatro palomas en la tierra están.


F. García Lorca

PAISAJE

Las estrellas apagadas llenan de ceniza el río verdoso y frío.
La fuente no tiene trenzas. Ya se han quedado los nidos escondidos.
Sale del monte la luna, con su cara bonachona de jamona.
Una estrella le hace burla desde su casa de añil infantil.
F. García Lorca

NANA DE SEVILLA


Este galapaguito
no tiene mare;

lo parió una gitana,

lo echó a la calle.
Federico García Lorca
No tiene mare,sí;
no tiene mare, no;
no tiene mare,
lo echo a la calle. Este niño chiquito
no tiene cuna;
su padre es carpintero y le hará una.

F. García Lorca

LOS REYES DE LA BARAJA


Si tu madre quiere un rey,
la baraja tiene cuatro:

Rey de oros, rey de copas, rey de espadas, rey de bastos.
Corre que te pillo, corre que te agarro, mira que te lleno
la cara de barro.

Del olivo me retiro,
Del esparto
yo me aparto,

del sarmiento

me arrepiento
de haberte querido tanto.

F. García Lorca

LA LUNA VA POR EL AGUA


La luna va por el agua, ¡cómo está el cielo tranquilo! Va segando lentamente
el temblor viejo del río, mientras que una rana joven la toma por espejito.

F. García Lorca


ZORONGO


Las manos de mi cariño
te están bordando una capa con agremán de alhelíes

y con esclavina de agua. Cuando fuiste novio mío,

por la primavera blanca
los cascos de tu caballo cuatro sollozos de plata.
La luna es un pozo chico,
las flores no valen nada,
lo que valen son tus brazos cuando de noche me abrazan, lo que valen son tus brazos cuando de noche me abrazan.

F. García Lorca

LA TARARA

La Tarara, sí; la Tarara, no;
La Tarara, niña, que la he visto yo.
Lleva mi tarara un vestido verde lleno de volantes y de cascabeles.
La Tarara, sí;
la Tarara, no;

la Tarara, niña, que la he visto yo.

Luce mi Tarara su cola de seda sobre las retamas y la hierbabuena.
Ay, Tarara loca. Mueve la cintura para los muchachos de las aceitunas
F. García Lorca

LOS PELEGRINITOS


Hacia Roma caminan dos pelegrinos,
a que los case el Papa, porque son primos.
Sombrerito de hule lleva el mozuelo,
y la pelegrinita

de terciopelo.

Al pasar por el puente de la Victoria, tropezó la madrina, cayó la novia.
Han llegado a Palacio, suben arriba,
y en la sala del Papa los desaniman.

Le ha preguntado el Papa
cómo se llaman.
Él le dice que Pedro y ella que Ana.
Le ha preguntado el Papa que qué edad tienen.
Ella dice que quince

y él diez y siete.
Le ha preguntado el Papa de dónde eran.
Ella dice de Cabra

y él de Antequera.
Le ha preguntado el Papa que si han pecado.
Él le dice que un beso que le había dado.
Y a la pelegrinita, que es vergonzosa,
se le ha puesto la cara como una rosa.
Y ha respondido el Papa desde su cuarto:
¡Quién fuera pelegrino para otro tanto!
Las campanas de Roma ya repicaron
porque los pelegrinos ya se casaron.


F. García Lorca

SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR

Yo pronuncio tu nombre en las noches oscuras, cuando vienen los astros a beber en la luna
y duermen los ramajes de las frondas ocultas. Y yo me siento hueco de pasión y de música. Loco reloj que canta muertas horas antiguas.
Yo pronuncio tu nombre,
en esta noche oscura,

y tu nombre me suena

más lejos que nunca.
Más lejano que todas las estrellas y más doliente que la mansa lluvia.
¿Te querré como entonces alguna vez? ¿Qué culpa tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma,

¿qué otra pasión me espera? ¿Será tranquila y pura?

¡¡Si mis dedos pudieran deshojar la luna!!
F. García Lorca

MEMENTO

Cuando yo me muera, enterradme con mi guitarra
bajo la arena.
Cuando yo me muera, entre los naranjos
y la hierbabuena.

Cuando yo me muera, enterradme si queréis en una veleta.
¡Cuando yo me muera!
F. García Lorca

CARTA


Cuando te voy a escribir
Miguel Hernández
se emocionan los tinteros: los negros tinteros fríos

se ponen rojos y trémulos,

y un claro calor humano sube desde el fondo negro. Cuando te voy a escribir,
te van a escribir mis huesos:
te escribo con la imborrable tinta de mi sentimiento.
Allá va mi carta cálida, paloma forjada al fuego, con las dos alas plagadas y la dirección en medio.
Ave que sólo persigue, para nido y aire y cielo, carne, manos, ojos tuyos, y el espacio de tu aliento. Y te quedarás desnuda dentro de tus sentimientos, sin ropa, para sentirla
del todo contra tu pecho.
Aunque bajo la tierra mi amante cuerpo esté, escríbeme a la tierra que yo te escribiré.
Miguel Hernández
Francisco Villaespesa

¿PARA QUÉ SOÑAR JARDINES...


¿Para qué soñar jardines
que luego deshoja el viento?... ¡Mi sueño es ser una palma en la mitad del desierto!

Francisco Villaespesa

JUSTICIA


¡Justicia!
Pero ¿qué palabra es esta

que no conocen los dioses?

¿Qué palabra es esta
que no han aprendido los dioses todavía? ¿Qué palabra es esta
que enloquece a Don Quijote
y encabrita a Rocinante?
León Felipe
¿Qué palabra es esta
que hace gritar al "Caballero"
y relinchar a su caballo con una horrible mueca de aldaba
de aldabón
que llama en la noche,
que golpea en el cielo,


que retumba en el universo... ¡Justicia...Justicia...Justicia! Y los dioses se asustan

y se preguntan aturdidos ¿qué palabra es esta?
Justicia, grita el caballero. Justicia, repite su montura. Justicia, grita Don Quijote... Justicia, relincha Rocinante. Justicia grita el hombre.
Y justicia relincha delirante su caballo. Grito...relincho... Justicia.
" Justicia... Justicia... Justicia"


He aquí un verso precioso, eneasílabo, desconocido de los dioses.
He aquí un verso
que no conocen los dioses todavía.

León Felipe

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA


Se equivoco la paloma.
Se equivocaba.

Por ir al norte fue al sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo; que la noche, la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío; que el calor, la nevada. Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa; que tu corazón, su casa. Se equivocaba.

(Ella se durmió en la orilla. Tú, en la cumbre de una rama)
R. Alberti

BAILECITO DE BODAS

Por el Totoral, bailan las totoras del ceremonial.
Al tuturuleo
que las totorea,

baila el venteveo

con su ventevea. ¿Quién vio al picofeo tan pavo real,
entre las totoras,
por el Totoral?

Clavel ni alhelí, nunca al rondaflor vieron tan señor como el venteví. Cola colorsí, color no, al ojal, entre las totoras, por el totoral.
Benteveo, bien,
al tuturulú,

Rafael Alberti
chicoleas tú

con tu ten con ten. ¿Quién picará a quién, al punto final,
entre las totoras, por el Totoral?
Por el Totoral, bailan las totoras del matrimonial.
R. Alberti

¡QUIÉN CABALGARÁ ...!

¿Quién cabalgará el caballo de espuma azul de la mar!
De un salto,
¡quién cabalgará la mar!
¡Viento, arráncame la ropa! ¡Tírala, viento, a la mar! De un salto,
quiero cabalgar la mar.

¡Amárrame a tus cabellos, crin de los vientos del mar!
De un salto,
quiero ganarme la mar.

R. Alberti

NO QUIERO, NO


No quiero, no, que te rías,
ni que te pintes de azul los ojos,


ni que te empolves de arroz la cara, ni que te pongas la blusa verde,

ni que te pongas la falda grana.
Que quiero verte muy seria,
que quiero verte siempre muy pálida, que quiero verte siempre llorando, que quiero verte siempre enlutada.

Rafael Alberti

Dámaso Alonso 

ESTOY VIVO Y TOCO


Estoy vivo y toco. Toco, toco, toco.
Y no, no estoy loco.

Hombre, toca, toca lo que te provoca: seno, pluma ,roca,
pues mañana es cierto que ya estarás muerto, tieso, hinchado, yerto.
Toca, toca, toca, ¡qué alegría loca! Toca. Toca. Toca.
Dámaso Alonso

CONTRA-ORDEN. (Poética por la que me pronuncio ciertos días.)

Esto es un poema.
Aquí está permitido
fijar carteles,

tirar escombros, hacer aguas y escribir frases como:
Marica el que lo lea, Amo a Irma,
Muera el...(silencio), Arena gratis, Asesinos,

Etcétera.
Esto es un poema. Mantén sucia la estrofa. Escupe dentro.
Responsable la tarde que no acaba, el tedio de este día,
la indeformable estolidez del tiempo

Ángel González

AUTOBIOGRAFÍA


Cuando yo era pequeño
estaba siempre triste,

y mi padre decía,

mirándome y moviendo la cabeza: hijo mío, no sirves para nada.
Después me fui al colegio con pan y con adioses, pero me acompañaba
la tristeza. El maestro graznó: pequeño niño,

no sirves para nada.

Vino, luego, la guerra, la muerte - yo la vi-
y cuando hubo pasado
y todos la olvidaron, yo, triste, seguí oyendo: no sirves para nada.
Y cuando me pusieron los pantalones largos, la tristeza en seguida cambió de pantalones.
Mis amigos dijeron: no sirves para nada.
En la calle, en las aulas, odiando y aprendiendo la injusticia y sus leyes, me perseguía siempre la triste cantinela:
no sirves para nada.
De tristeza en tristeza caí por los peldaños de la vida. Y un día, la muchacha que amo, me dijo, y era alegre: No sirves para nada.
José Agustín Goytisolo
Ahora vivo con ella,
voy limpio y bien peinado. Tenemos una niña,

a la que, a veces, digo, también con alegría:

no sirves para nada.
José Agustín Goytisolo

ÉRASE UNA VEZ


Érase una vez
un lobito bueno,

al que maltrataban todos los corderos. Y había también

un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado. Todas estas cosas había una vez cuando yo soñaba un mundo al revés.
José Agustín Goytisolo

A QUIEN CORRESPONDA


Un servidor,
Joan Manuel Serrat,

casado, mayor de edad,

vecino de Camprodón, Girona, hijo de Ángeles y de Josep,
de profesión cantautor
y natural de Barcelona,
Joan Manuel Serrat
según obra
en el Registro Civil,
hoy, lunes, 20 de abril
de 1981,
con las fuerzas de que dispone, atentamente EXPONE
dos puntos

Que las manzanas no huelen,
que nadie conoce al vecino,
que a los viejos se les aparta después de habernos servido bien.

Que el mar está agonizando,
que no hay quien confíe en su hermano, que la tierra cayó en manos

de unos locos con carnet.

Que el mundo es de peaje y experimental, que todo es desechable y provisional.
Que no salen las cuentas,
que las reformas nunca se acaban, que llegamos siempre tarde donde nunca pasa nada.
por eso
y muchas deficiencias más, que en un anexo se especifican, sin que sirva de precedente, respetuosamente

SUPLICA:
Se sirva tomar medidas
y llamar al orden a esos chapuceros que lo dejan todo perdido

en nombre del personal.

Pero hágalo urgentemente para que no sean necesarios más héroes ni más milagros para adecentar el local.
No hay otro tiempo que el que nos ha "tocao", acláreles quién manda y quién es el "mandao".
Y si no estuviera en su mano poner coto a tales desmanes, mándeles copiar cien veces: "Esas cosas no se hacen".
Gracia que
espera merecer

del recto proceder

de quien no suele llamarse a engaño, a quien Dios guarde muchos años. AMÉN.
Joan Manuel Serrat

YO TENGO ESPERANZA
Gloria Fuertes


Yo tengo esperanza.
El perro tiene hambre.

El banco del jardín respira mal.

La niña se peina.
La vaca se lame.
Las cosas se miran,
es peor si se hablan.
En el suburbio hay flores maleantes.
Las macetas son botes,
los hombres son tigres,
los niños son viejos,
los gatos se comen,
las mondas también.
Los huérfanos huelen a madre.
Los pobres a humo.
Los ricos a brea.
Gloria Fuertes 



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