lunes, 23 de abril de 2012

ENTREVISTA AL ESCRITOR EXTREMEÑO JESÚS SÁNCHEZ ADALID



    El lunes 5 de marzo recibimos en el IES “Meléndez Valdés” al escritor Jesús Sánchez Adalid, quien compartió su experiencia personal como escritor y sus inquietudes con jóvenes de 1º de bachillerato y de Administración del Centro. Su charla fue posible gracias al patrocinio de la Obra Socio-cultural de Caja Extremadura  cuya coordinación la lleva a cabo Don Teófilo González Porras, Catedrático e Inspector de Educación. Forma parte del ciclo denominado “Escritores extremeños en el aula” y como en una auténtica clase  respondió  a las preguntas que varios alumnos le plantearon en una cercana y distendida entrevista.


Su vida personal ha presentado cambios, de juez a sacerdote, ¿le ha influido su vida personal a la hora de escribir?

 “Sí, sin duda, porque quizás las profesiones que he ejercido y los lugares donde he tenido que vivir requerían mucho contacto con la gente, de muchas edades y muchas condiciones sociales, esto me ha ayudado a entender al ser humano en sí mismo”.

¿Le influyen los gustos del lector y la demanda de la actualidad a la hora de escribir una novela?

 “Es que yo me identifico con los gustos de los lectores, soy un escritor de mi época”.

¿Cómo compagina el sacerdocio con la labor de escritor?

  “A mí en los primeros momentos, en los primeros cuatro o cinco años de compaginar ambas tareas, me costó trabajo pues debía acostumbrar a mis feligreses y a mi entorno de que tenía que compartirlas. Pero hoy por hoy no; mis feligreses están encantados, facilitan las cosas. Hoy tengo ya creada una logística alrededor que me ayuda. Dedico unos días de la semana a la escritura; cuando tengo que dar una conferencia, salgo y después, lo fundamental es que vivo en el lugar donde está mi parroquia, todas las noches doy catequesis, celebro misa todos los días y los fines de semana los dedico completamente al pueblo”.

  Estarán muy orgullosos de usted ¿no?

  “Sí, y yo de ellos también. Estoy contentísimo pues tengo un montón de gente alrededor”.



  ¿Cómo le llega la inspiración para escribir su primera novela?

  “Pues fue por esta época, febrero o marzo. Yo siempre he sido muy lector y en un determinado momento me puse a escribir espontáneamente. Escribí mi primera novela y tuve suerte de que me la publicaran. Utilicé el cauce ordinario: lo mandé a tres editoriales y las tres me contestaron; finalmente, lo publiqué en la que más me interesó”.

¿Cómo disfruta más, preparando y documentando el relato o escribiéndolo?

  “Cada trabajo tiene su propia parcela de esfuerzo y disfrute, puesto que para escribir te tienes que sentar, pero ambas se alimentan entre sí y mientras estás investigando te entran ganas de escribir el relato y a la inversa, porque te inspiras. Se complementan entre sí”.

 ¿Alguna vez ha tenido que escribir algo diferente a lo que cree?

  “Constantemente. En mis novelas aparecen personajes de todos los tipos: de religiones y culturas distintas. Pero esto es el ser humano en sí mismo. No podría negar eso”.


 ¿Cree que al ser sacerdote católico inclina la balanza a favor de la Iglesia en sus libros?

  “Procuro que no sea así. En mis novelas aparecen, sin duda, personajes eclesiásticos porque yo me he formado en esto, lo entiendo y lo conozco desde dentro, pero no se le da un trato de favor. Aparecen personajes eclesiásticos muy incómodos, como pueden ser inquisidores, obispos guerreros, papas corruptos y… todo lo que es el ser humano en sí mismo”.

  ¿Cree que la novela histórica puede llegar a sustituir a la propia historia?

  “De ninguna manera, cada una tiene su lugar. La historia debe ser la historia porque cumple su papel y la novela histórica debe ser entretenimiento; pero sí que la novela histórica seria y con una documentación histórica seria puede ayudar a comprender la historia”.

 Su obra en muchos casos se localiza  en Extremadura, ¿piensa que puede tener interés internacional?

 “ Realmente ya lo tiene. Ayer mismo he recibido parte de mi obra en alemán y está traducida al húngaro, al polaco, al italiano, al portugués, al griego…Sí tiene interés”.

  ¿Y por qué el territorio extremeño?

  “Es un escenario que conozco muy bien y además a mí me motiva mi tierra y no me importa que me clasifiquen como un novelista histórico que sitúa gran parte de su obra en Extremadura. Es parte de la identidad de los escritores, por ejemplo, Walter Scott en Escocia, y en mi caso, me enorgullece Extremadura”.

  ¿Ha tenido alguna experiencia chocante que haya quedado reflejada en sus libros?

  “Pues sí. En mis libros aparecen muchos episodios que han surgido de experiencias reales que he vivido en la vida y los típicos encontronazos que puede tener cualquier ser humano y también la apreciación en muchas ocasiones de la maldad de la gente, de la incomprensión, la intolerancia, el fanatismo…todo esto aparece en la novela”.

  ¿Qué nos puede decir de su nueva obra, La Alcazaba?

  “Pues se desenvuelve en el siglo IX, en el emirato de Córdoba,  en pleno Al-Andalus y es la historia de una ciudad que se levanta frente al poder omnímodo  de Córdoba que es tiránico, está cansado de los impuestos y de tener que soportar la constante extorsión de los gobernantes musulmanes. Al final, también es una forma de expresar el mosaico de religiones, razas que convivieron en la península Ibérica durante la dominación islámica”.

 ¿Qué momento histórico considera más importante para Extremadura?

  “Yo siempre digo que Extremadura es muy del siglo XVI. Casi todo lo que nos identifica culturalmente, humanamente, históricamente, gastronómicamente, religiosamente…es del siglo XVI. Y es que fue entonces cuando se formó nuestra identidad como en gran parte de España. nosotros, queramos o no, pertenecemos al sur y el sur es muy barroco, es muy de después de la repoblación; ahora en Semana Santa encontramos mucho de lo que somos”.

  ¿Por qué novela histórica y no otro tipo de género literario?

   “Pues no lo descarto. No me considero poeta, escribo algo de ensayo, hago algo de periodismo como articulista… Me he sentido muy cómodo en la novela histórica, he comprendido que era mi lugar de momento, pero no lo descarto”.

  ¿Para qué edades suele escribir?

  “Soy un autor de todos los públicos, y además me tienen encasillado así y veo mejor que lo digan los demás”.

  De sus libros, ¿tiene algún personaje al que haya cogido más cariño?

  “Hombre, tengo mucho afecto a Monroy, me parece que es un personaje muy extremeño, muy aventurero. La época en la que se desenvuelve y esos escenarios son muy del siglo de Oro, muy cervantinos. Con Monroy y su historia  es con quien más he disfrutado y el que más satisfacciones me ha dado y la gente también; me piden constantemente que siga con este personaje”.

   ¿Prefiere los hechos reales o los fantásticos?

  “A mí la literatura fantástica no me gusta, me gusta la literatura histórica que sea creíble, es decir, que cualquiera de las cosas que cuente podría haber pasado perfectamente. No hay espíritus, no hay fantasmas, no hay código…cualquiera de estas cosas raras que aparecen en otros tipos de novelas”.

   ¿Nos recomendaría algún autor?

  “Sí. Recomiendo que se lea a Miguel Delibes, porque creo que es el padre de todos los escritores españoles de nueva generación; de hecho, todos mis amigos escritores se identifican con él con su forma de escribir. Miguel Delibes maneja el castellano con tal precisión, con tal naturalidad, que todo lo demás sobra. Con muy pocas palabras, muy bien ordenadas, se puede llegar a la mente de un niño, de un anciano, de un hombre  o una mujer de cualquier edad; yo creo que el ejercicio literario de Miguel Delibes es fundamental en la actualidad. Ha hecho de todo lo que se dado en las últimas cinco décadas: realismo social, novela costumbrista, novela de aventuras, novela histórica…Además, muchas de sus obras no tienen nada que ver unas con otras. Si lees Mujer de rojo sobre fondo gris ves que no tiene nada que ver con Cinco horas con Mario, aunque pueda parecerlo por la temática, la época…N con El Camino; y luego escribe El Hereje, con una novela histórica de nueva generación. Si no se hubiera puesto enfermo, habría seguido escribiendo”.


  ¿Cree que Miguel Delibes ha sido suficientemente valorado?
  
  “Sí, creo que sí. Está en todos los libros de texto y tiene todos los premios, Cervantes, Nacional de las Letras, de la Crítica, la Medalla de Castilla-León…”

  ¿Cómo suele tratar el tema del amor en su obra?

 “Como un elemento literario más, como un recurso, con todos sus condicionantes: amor, desamor, engaño, erotismo…todo forma parte de mis novelas”.


  ¿Hay algún tema tabú del que no le guste hablar en sus novelas?

 “Yo he procurado que no haya sexo explícito, pero esto es una constante en los autores de nueva generación, porque hemos tenido una saturación enorme en la novela de los años 80. Entonces, a mediados de los 90 decidimos que hubiera erotismo, pero no sexo explícito”.

  ¿Ha cambiado en algo su vida desde que le han publicado los libros?
  
  “Un montón, yo no creía que sería tanto. Mañana debo ir  a Madrid; tienes más responsabilidad, porque eres más conocido, hay que hacer cosas que no hubieras hecho si no fueras escritor. Yo procuro que no me cambie mucho la vida e intento no modificar mis hábitos  y participar en todas las actividades de mi pueblo con mis amigos, mis vecinos”.

    Usted quería ser misionero y estuvo un verano en África, ¿qué le supuso esta experiencia?

   “Pues me ayudó a decidirme por el sacerdocio. Hoy día la vida de un cura de pueblo puede ser una auténtica misión; se reparten más alimentos y se cubren más necesidades de lo que parece de forma anónima; y con los jóvenes. Un pueblo es terreno de misión”.

   Lleva usted una vida muy rica.

  “Estoy convencido; estoy completamente feliz. Además, Dios se ha portado muy bien conmigo; tengo a mis padres, muchísimos amigos…tengo una espiritualidad que me enriquece, me da mucha pena la gente que no la tiene, porque ayuda mucho a vivir”.

 
   Muchas gracias por dedicarnos su tiempo, tan valioso y su personal visión de la novela y la literatura actual en general. Esperamos seguir disfrutando de sus obras mucho tiempo; de momento,  con la nueva novela La Alcazaba que deseamos tenga mucho éxito.

Entrevista realizada por los alumnos de 1º de Bachillerato María Luna Díaz, Marta Campillejo Álvarez y Miguel Jiménez Rodríguez con la colaboración  (fotografías) de Marta Vázquez Delgado. 



















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